Según los expertos, el ejercicio es esencial para llevar un estilo de vida saludable y activo, con el objetivo de evitar enfermedades a largo plazo. Una buena rutina de ejercicios mejora la salud tanto del corazón como de los pulmones, lo que también ayudará a desarrollar huesos y músculos más fuertes.
Sin embargo, la actividad física puede causar dolor muscular si no estamos acostumbrados a realizarlo constantemente. Además, suele ser común cuando pruebas un nuevo ejercicio o si aumentas la intensidad de la rutina de entrenamiento.
Por ello, los médicos deportólogos dan los siguientes consejos:
- Haz estiramientos suaves
Antes de realizar cualquier tipo de ejercicio, ya se de bajo o alto impacto, realiza un estiramiento previo. Así, mejorarás la circulación sanguínea y prepararás el cuerpo para las actividades, además de prevenir la disminución de la movilidad a futuro.
- Considera realizarte o acudir a que te hagan masajes musculares
Los masajes son un tratamiento efectivo para el dolor muscular que aparece tras el ejercicio físico. Además, popularmente se sugiere que el uso de aceites a base de alcanfor en la zona dolorida es un remedio casero efectivo para aflojar los músculos.
- Descansa lo suficiente
Realiza pausas durante tu ejercicio. No presiones mucho a tu cuerpo. El descanso es fundamental para aliviar la zona inflamada. Además, puede ayudar a prevenir lesiones mayores. El dolor muscular es un aviso del cuerpo, que te está alertando de que necesitas una pausa.
- Aplica hielo para ayudar a reducir la inflamación
Varios médicos, aconsejan aplicar una bolsa de hielo durante las primeras 72 horas después de la actividad que haya causado el dolor muscular. El frío tiene propiedades analgésicas y calmantes que ayudarán a aliviar los dolores. Aplica calor para ayudar a aumentar el flujo sanguíneo hacia tus músculos
- Consume analgésicos de venta libre
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Si después de seguir con dichas recomendaciones, el dolor persiste no dude en consultar a su médico de confianza o con un especialista en medicina del deporte. El ejercicio debe ser exigente pero no doloroso. Muchas veces, el dolor sirve como una pista de que su forma no está correcta.
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